Durante mucho tiempo se llamó “flora intestinal” al conjunto de microorganismos que conviven de manera simbiótica en nuestro tracto intestinal. El nombre es inexacto pues “flora” hace referencia a la vida vegetal y sabemos que estos microorganismos son bacterias, hongos y levaduras. Es por ello que en la actualidad se ha adoptado el nombre científicamente aceptado de microbiota.
La microbiota es el conjunto de microbios y las interacciones que realizan en un ambiente determinado. Los constituyentes de la microbiota de nuestro cuerpo interaccionan entre ellos y con varios de nuestros sistemas, incluyendo el digestivo, el inmunitario y la piel. El cuerpo humano contiene diez veces más microorganismos que células humanas y tienen más variabilidad genética que todo el genoma humano. La microbiota está implicada en la obtención y almacenaje de productos energéticos en el sistema digestivo e interacciona intensamente con el sistema inmune. El reciente interés por la microbiota es que puede estar implicada en el desarrollo de enfermedades inmunomediadas. También hay datos que implican a nuestros microbios en la aparición o la evolución de algunos cánceres, de las alergias, de la enfermedad de Crohn o de la obesidad. Sin embargo, los datos son muy iniciales y poco concluyentes para hacer afirmaciones y recomendaciones.
Carencia de evidencia científica
Según indica nuestro asesor médico, Dr. Miquel Ribera, “el tema de los probióticos y su posible efecto modulando sobre la microbiota ejerciendo un efecto positivo sobre la psoriasis carece de evidencia científica suficiente. Hay muchos intereses económicos y dado que los probióticos actuales no se regulan como medicamentos sino como complementos alimenticios, se rigen por las leyes del marketing y la publicidad. Está claro que la microbiota intestinal y cutánea juegan un papel importante en la salud de las personas, pero de momento no se sabe cuál ni como modificarlo para obtener un beneficio terapéutico que mejore la salud. Actualmente no hay base científica para recomendarlos para ninguna enfermedad de la piel”.
Articulo publicado en la revista Psoriasi nº 100, elaborado por Acción Psoriasis.
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