Gestión emocional

Casi un 35% de los pacientes ven su vida emocional afectada a causa de la psoriasis.

La psoriasis es una enfermedad crónica, que nos acompañará a lo largo de nuestra vida. Tiene un alto impacto emocional por las características de la enfermedad: la incertidumbre que generan los brotes, la visibilidad de las lesiones y los síntomas a menudo limitantes como el dolor, el picor y la limitación funcional.

Esta repercusión en la calidad de vida puede afectar a nuestro estado de ánimo, generando sentimientos de miedo, incertidumbre, pero también de tristeza, vergüenza, baja autoestima, rabia e incluso trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión.

Puede afectar al sueño, las relaciones personales, sociales y laborales y la sexualidad.

Identificar esta afectación psicológica es importante para afrontar la enfermedad. No dudes en explicar cómo te sientes a tu especialista para poder recibir ayuda. Los psicólogos también pueden ayudarte facilitándote estrategias de afrontamiento para convivir con ellas.

Aceptar la enfermedad es el primer paso para obtener una mejoría. El paciente informado y empoderado tiene una mayor adherencia a los tratamientos, mejores hábitos saludables y afronta la enfermedad de forma realista y proactiva.