La Dra. Montserrat Pérez, dermatóloga de la Clínica Dermatológica Moragas de Barcelona nos ofrece unos prácticos consejos para afrontar el verano con seguridad.
1.- Conoce tu fototipo cutáneo (hay 6 fototipos del I al VI). Si tienes un fototipo I o II deberás extremar tu protección. Son pieles muy blancas que siempre se queman y nunca se broncean.
Las quemaduras solares pueden actuar como un factor desencadenante de un brote de psoriasis. Hay que evitar el sol en aquellas psoriasis inestables y en las formas agresivas.
2.- Exponer la piel al sol de forma progresiva, en sesiones cortas durante los primeros días. Dependiendo del fototipo de la piel, y por lo que respecta a las lesiones de psoriasis, es útil exponerlas al sol sin crema solar durante unos minutos, que irán aumentando progresivamente hasta un máximo de 10 o 15, para luego pasar a protegerlas con la crema solar como ya se ha hecho desde el inicio con el resto de la piel sana.
Se debe evitar el uso de productos que contengan alcohol y perfumes (colonias, desodorantes).
3.-Debes fotoprotegerte de la misma forma que las personas que no padecen psoriasis. En el caso de que estés con tratamiento tópico, debes ducharse antes de exponerte al sol y aplicarte, después, una crema fotoprotectora con un factor mínimo de 30. El excipiente debe ser muy emoliente y que no le reseque y la aplicación se debe efectuar media hora antes de salir de casa y luego varias veces durante le jornada de playa.
Si estás tomando metotrexate, ciclosporina o acitretino, la exposición solar está contraindicada. Si estás con tratamiento biológico, lo debes consultar con tu dermatólogo. Debes extremar las precauciones al exponerte al sol, si estas en tratamiento con PUVA (psoralenos + UVA).
4.- Tras la exposición solar, debes usar cremas “aftersun”, a ser posible que lleven antiradicales libres (Vitamina C u otros y, tras las duchas, debería hidratarse con cremas muy emolientes).
No debes pensar que el cuidado de tu piel acaba en la playa, la piscina o el campo. Tras la exposición solar es conveniente hidratar la piel, para que ésta no presente un aspecto seco y rugoso. Debemos tener en cuenta a la hora de escoger un producto “after sun” que cumpla las siguientes propiedades: debe ser calmante, suavizante, hidratante, antiinflamatorio y regenerador. De esta manera, conseguirás un bronceado uniforme y duradero.
5.- Evita tomar el sol en las horas de máxima irradiación. Entre las 12.00 y las 16.00h, permanece a la sombra y extrema las medidas de protección solar.
6.- Cúbrete con sombrilla, sombrero, gafas de sol y ropa apropiada.
7.- Bebe abundante agua y zumos de frutas y verduras. Te ayudará a compensar la pérdida de agua y el estrés oxidativo provocado por el sol.
8.- No bajes la guardia en días nubosos. Te recomendamos que consultes el índice de radiación ultravioleta (UVI). Algunas circunstancias (altitud, viento, arena, nieve…) comportan un mayor riesgo.
9.- Examina regularmente tu piel: si adviertes cambios de color, tamaño, forma o algún síntoma (picor, sangrado…) en un lunar, consulta a tu médico.
10.- En el caso de los niños hay que ser especialmente cuidadoso: Aunque la luz solar es beneficiosa para su desarrollo, si el niño tiene menos de 3 años debes evitar su exposición directa al sol.
En niños mayores y adolescentes, es necesario seguir las medidas previamente recomendadas y enseñarles a protegerse de las radiaciones solares a medida que van creciendo y se hacen independientes.