La detección precoz de la artritis psoriásica es el objetivo prioritario tanto para investigadores como para el equipo multidisciplinar que trata a los pacientes. Una comunicación fluida entre paciente y profesionales sanitarios es determinante a la hora de un diagnóstico temprano y la búsqueda de un tratamiento individualizado.
Existen 3 factores de riesgo que pueden incrementar la probabilidad de desarrollar artritis psoriásica: tener entre los 30 y los 55 años, antecedentes familiares de enfermedad psoriásica y, sobre todo, el factor principal: tener psoriasis.
Es importante Implicar a los pacientes en la detección precoz de la artritis psoriásica, es necesario que conozcan su cuerpo y escuchen los signos de alarma que les envía. Igual de crucial para detectar la enfermedad de forma temprana es que exista una comunicación fluida entre dermatólogos y reumatólogos.
Dedos en forma de salchicha. Las personas con artritis psoriásica a menudo desarrollan dolor e inflamación en los dedos de pies y manos. El término médico es dactilitis y la sufren alrededor del 40% de personas con artritis psoriásica.
Cambios en tus uñas. Si notas pequeñas hendiduras o agujeros en la superficie de tus uñas u otros cambios como decoloración, deformidad, engrosamiento o separación de la base de la uña, posiblemente sufres onicolisis y puede provocar la pérdida total o parcial de la uña y dificultad para caminar o correr.
Manchas rojizas y dolorosas alrededor de las rodillas, los codos y el cuero cabelludo principalmente.
Cambios en los ojos, - como dolor y enrojecimiento, y/o visión borrosa pueden ser indicadores de que existe inflamación que, de no ser tratada correctamente, puede llevar a una pérdida de visión.
Rigidez y dolor en las articulaciones.
Cansancio y fatiga
Problemas intestinales de reciente aparición que pueden esconder una inflamación intestinal.
Hinchazón y dolor de forma habitual en tobillos, talones y en los dedos y las plantas de los pies.
Si sientes que tienes dificultades para moverte y/o para realizar determinados movimientos.
Si notas dolor en la parte baja de la espalda o rigidez al levantarte por la mañana durante más de 30 minutos.