Naturalizar tu enfermedad y compartir tus sensaciones y necesidades con tu círculo más íntimo, familia y amigos cercanos, ampliará tus apoyos y generará en ti una mayor confianza a la hora de abordar las relaciones personales en tu vida diaria. Es importante esforzarnos en comunicar nuestra situación personal y despejar las dudas que puedan surgir en torno a la enfermedad. Si tratas con naturalidad tu enfermedad, tu entorno social y laboral también lo hará y podrás contar con su apoyo en los momentos que lo necesites.
¿Sabías que el estrés laboral puede empeorar la psoriasis? ¿Y que sufrir psoriasis puede provocar situaciones de estrés en el desarrollo de tu actividad laboral?
Ser consciente de tu cuerpo y sus limitaciones a la hora de desarrollar tu actividad laboral te ayudará a saber cómo comunicarlas al resto del equipo de trabajo y/o a tus responsables directos. Es esencial que tomes el control de la enfermedad y te mantengas informado para desterrar falsas creencias acerca de ella en tu lugar de trabajo. En ocasiones, la desinformación y la falta de empatía pueden causar situaciones incómodas que podrás solucionar si hablas de tu enfermedad abierta y natural y despejas cualquier duda y temor que surja en tu entorno. Dar una visión real y sincera de tu situación personal y compartir las necesidades especiales que tengas con tu equipo de trabajo hará más sencillo compatibilizar enfermedad psoriásica y actividad profesional.
Sigue nuestras recomendaciones para enfrentarte a tu vida laboral.
¡Te acompañamos en este proceso y defendemos tus derechos!
Convivir con enfermedad psoriásica será más fácil cuanto mayor sea tu grado de conocimiento de la enfermedad y sus diferentes procesos. Hazte preguntas y busca respuestas a tus limitaciones. Conoce tus derechos laborales e infórmate de los recursos disponibles en situaciones especiales. Invierte tiempo en aprender sobre la enfermedad y no temas a compartir tu situación en el trabajo.
Las jornadas excesivas de trabajo generan estrés y pueden provocar la aparición de brotes de psoriasis. Procura no agobiarte y mantener siempre una actitud positiva. Si sientes que no puedes conseguirlo solo busca ayuda en tu círculo íntimo o en las asociaciones y comunidades de pacientes donde encontrarás a otras personas en tu situación que podrán plantearte nuevas posibilidades. ¡Ganarás en calidad de vida!
Si tu tratamiento está afectando a tu rendimiento en el trabajo, habla con tu dermatólogo. Juntos podéis valorar un posible cambio de tratamiento. Explícale en qué consiste tu profesión y que limitaciones te provoca la enfermedad psoriásica para que te indique cómo evitar situaciones que pueden empeorar la enfermedad.
Prepara una reunión para informar sobre tu enfermedad y tu condición. Hacerlo puede contribuir a cambiar las expectativas sobre ti y a que exista una comprensión en relación con tus necesidades específicas, en el ámbito laboral.
Acondiciona tu espacio de trabajo para no tener que realizar tareas físicas extenuantes que empeoren tu estado y solicita ayudas técnicas si fuera necesario, que faciliten la realización de tus tareas. Aprende más en este artículo: Trabajando con psoriasis y artritis psoriásica
Si tu trabajo lo permite, organiza tu jornada laboral para disponer de flexibilidad horaria y distribuir tu tiempo de la manera más efectiva posible dependiendo de tu estado. Organiza tus visitas médicas según tu disponibilidad y mantente informado de tus derechos.
Si te sientes indefenso ante cualquier abuso laboral o situación inapropiada, busca asesoría sobre tus derechos como trabajador y en caso de incapacidad grave o minusvalía lee el articulo No puedo trabajar. ¿Qué debo hacer? para informarte qué pasos seguir para solicitar la incapacidad permanente.