La psoriasis es una enfermedad crónica, que nos van a acompañar durante toda nuestra vida, tiene un alto impacto emocional por las características de la enfermedad: por la incerteza que genera los brotes, visibilidad de las lesiones y, con síntomas tan limitantes como el dolor, picor y limitación funcional.
Sabemos que tiene una importante repercusión en la calidad de vida y puede afectar a nuestro estado de ánimo, generando sentimientos de miedo e incertidumbre ante el diagnóstico, pero también tristeza, vergüenza, baja autoestima y rabia e incluso trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. Puede verse afectada el área del sueño, relaciones personales, sociales y laborales y tu sexualidad.
Es importante identificar esta afectación psicológica y conocer como el estrés y las variables psicológicas (tristeza, miedos, ansiedad, personalidad, actitud) influyen en cómo afrontamos la enfermedad.
Es probable que en la primera visita con el especialista y en las visitas de seguimiento tu médico/enfermería pregunte y realice cuestionarios de calidad de vida e incluso de ansiedad y depresión para poder detectar y cuantificar como te afecta la enfermedad en tu vida. No dudes en explicarles cómo te sientes ya que ellos pueden ayudarte para que te sientas mejor.
Los psicólogos podemos ayudaros trabajando con vosotros para gestionar mejor la enfermedad, facilitando estrategias de afrontamiento más adaptativas para convivir con la enfermedad.
Necesitamos pacientes implicados en su salud, con un papel activo en el manejo de su enfermedad. El paciente informado, empoderado tiene una mejor adherencia a los tratamientos, mejores hábitos saludables, afrontan mejor la enfermedad con una actitud realista y proactiva.