Se estima que la psoriasis afecta a un 2,3% de la población española y que, de éstos, un 30% la padecen con niveles de gravedad de moderada a grave, lo que significa que las lesiones en la piel afectan a más de 10%-25% de su superficie corporal.
Si a ello le añadimos que el paciente puede padecer otras enfermedades asociadas y que, en muchos de los casos, las lesiones en el cuerpo están en zonas visibles a simple vista, entendemos luego que la enfermedad pueda ocasionar serias limitaciones en el día a día del paciente, tanto desde el punto de vista físico, como psicológico y emocional, como en su entorno social y también laboral.
Así lo constató la encuesta realizada a más de 1.000 pacientes, cuyos resultados evidenciaron que el área más afectada desde el diagnóstico de la psoriasis era el ámbito emocional del paciente, seguida del ocio, la sexualidad y las relaciones sociales.
En lo que respecta a la sexualidad, un 30,7% de los pacientes moderado-graves y un 22,1% de los leves manifestaron que sus relaciones sexuales se vieron afectadas desde el momento del diagnóstico. De hecho, del total de pacientes que no tiene pareja en la actualidad (18,1%), uno de cada cuatro achaca dicho hecho a la enfermedad. Por otra parte, un 13,1% de los separados/divorciados cree que su separación/divorcio estuvo vinculado a la enfermedad.
Los resultados de estas encuestas demuestran que aún tenemos mucho trabajo que realizar para dar a conocer a la sociedad que la psoriasis no es una enfermedad contagiosa y que, con la mejora del manejo actual, podemos llegar a atenuar muchos de estos negativos y conseguir, finalmente, que la persona con psoriasis también pueda gozar de una vida familiar, social y sexual plena.
Fuente: Estudio Psoriasis: La mejor inversión: la calidad de vida del paciente
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