El envejecimiento de la población actual supone un aumento de las enfermedades crónicas y, con ello, un nuevo reto para los sistemas de salud, quienes se ven obligados a adaptar la actual asistencia sanitaria. El cambio obliga a pasar de un sistema principalmente orientado a la atención a agudos, a un nuevo modelo de atención a pacientes con necesidades de cuidados integrales y que, además, consumirán recursos del Sistema durante toda su vida.
Para facilitar este proceso, desde Acción Psoriasis hemos impulsado el proyecto Retorno Social de la Inversión de Psoriasis (SROI), cuyo objetivo es conocer el impacto total que ejerce la psoriasis en la vida de los pacientes y demostrar cómo un nuevo enfoque de la enfermedad dentro el Sistema Nacional de Salud se traduce en términos clínicos, asistenciales, económicos y sociales, en una mejora de la calidad de vida de estos pacientes y en un retorno social positivo, en general, para todos los agentes implicados.
Resultados:
Después de evaluar el retorno social del total de las 22 acciones finalmente propuestas para el excelente abordaje de la enfermedad, los resultados del estudio indican que la inversión global en un abordaje ideal de la psoriasis supone un retorno social considerable, ya que por cada euro invertido se obtendría un retorno de 5,04€.
La mayor parte de la inversión total se centraría en los pacientes que presentan un estado de salud más deteriorado y que, por tanto, requieren un mayor uso de recursos sanitarios (71,1% se destinaría a pacientes con psoriasis grave o moderada).
El mayor retorno social de la inversión (el 57,7%) se produce en el estadio de psoriasis leve; en esta fase, por cada euro invertido se obtiene un retorno social de 15,81€. Estos pacientes se encuentran en un estadio inicial de la enfermedad por lo que la prevención o mejora en dicha fase puede lograr un gran retorno, principalmente debido al retraso de la progresión de la enfermedad.
Este trabajo también nos ha permitido conocer cuáles son los principales ámbitos de la vida del paciente en los que repercute la enfermedad, como son su vida emocional, el ocio, la sexualidad y sus relaciones sociales. Además, el análisis revela datos como, por ejemplo, que mediante una buena asistencia, la persona que sufre psoriasis o artritis psoriásica, reduce los días de baja laboral, no se encierra en su casa por temor a que otros le miren y no se aleja de su familia y amigos.
Así, con este proyecto ponemos de manifiesto que para dar una respuesta adecuada a los pacientes con psoriasis es necesario un abordaje multidisciplinar orientado a mejorar el cuidado integral del paciente. Hay que recordar que la salud no tiene un precio pero sí un coste y por este motivo disponer de herramientas como los resultados de este estudio, que faciliten la toma de decisiones, resultan hoy en día imprescindibles.