Dr. Manuel Sánchez Regaña. Jefe Clínico. Hospital Universitario Sagrat Cor (Barcelona)
Dra. María José Aldunce Soto. Médico Residente de Dermatología. Hospital Universitario Sagrat Cor (Barcelona)
La psoriasis es una enfermedad crónica que se caracteriza por afectar a la piel formando placas descamativas y enrojecidas. Los sitios más frecuentemente afectados son el cuero cabelludo, codos, rodillas, pies, tronco, manos y uñas.
La psoriasis ungueal puede afectar alrededor de la mitad de los pacientes con psoriasis y, de hecho, es una de las enfermedades que más afecta a las uñas, con manifestaciones difíciles de tratar, ya que generalmente no responde a los tratamientos convencionales.
La psoriasis ungueal genera molestias, dolor o incapacidad para realizar actividades diarias, además de provocar un aspecto muy antiestético, afectando aún más la imagen corporal y la calidad de vida.
En la actualidad, con la aparición de nuevos principios activos y de los componentes adecuados para conseguir una mayor penetración, ha cambiado sustancialmente el panorama del tratamiento de la psoriasis ungueal.
La uña es un anexo de la piel que crece toda la vida y que tiene una serie de importantes funciones: protege el extremo de los dedos, contribuye al tacto, a la coordinación de movimientos finos y a la sujeción de pequeños objetos, además de tener una destacada función estética y social. Por estas razones, cuando se pierde su integridad, se pierde también parte de estas importantes funciones que alteran notablemente las actividades de la vida diaria.
Generalmente, las uñas de las manos están afectadas con mayor frecuencia que las de los pies, ya que están sometidas a mayor trauma, lo que las hace más propensas a tener daños.Se suelen afectar ambas manos o pies y esta afectación puede ir acompañada de inflamación de las articulaciones (artritis) o de los dedos (dactilitis o dedos en salchicha).
Fig. 1 y 2: Fotografías cedidas por el Dr. M. Sánchez Regaña
Es característico ver hoyuelos a modo de dedal (pitting ungueal, Fig. 1), manchas de color amarillo-anaranjado conocidas como manchas de aceite y onicolisis (Fig. 2), que es el desprendimiento de la parte final de la uña. Además se pueden encontrar otros signos menos específicos como pequeñas estrías longitudinales de color café (hemorragias en astilla), engrosamiento de la uña, pérdida de su transparencia y que se vuelva de un color blanquecino.
El diagnóstico se realiza a partir del aspecto característico de la uña (criterios clínicos) y por la presencia de psoriasis en otras partes del cuerpo.
Dado que las uñas con psoriasis se parecen a las uñas afectadas por hongos, y que muchas veces se asocian, se deben practicar cultivos al inicio y durante el tratamiento.1
En ocasiones, para estar seguros del diagnóstico, se puede hacer una biopsia ungueal, que es tomar una muestra de la uña para luego ser analizada en el microscopio. La ecografía es útil para detectar signos precoces de artritis, o inflamación de los tendones.2
La mayoría de los pacientes tienen dolor y limitación para realizar actividades de la vida diaria, por lo que conseguir una mejoría en este aspecto puede ser más importante que la mejoría de las lesiones.3
Hay diversos tratamientos para la psoriasis ungueal, pero su manejo es difícil por varias razones:
Los tratamientos se indican de acuerdo al grado de afectación de la uña y al criterio del médico. Como primer paso y sin importar el grado de afectación, es necesario tomar medidas generales de cuidado de las uñas, como evitar los traumatismos, la humedad constante, pulir las asperezas y mantenerlas cortas, procurando cortarlas después del baño. Se pueden instaurar diferentes tratamientos:
1Secar perfectamente las uñas. El agua deteriora la lámina ungueal y la cutícula, pudiendo resecarlas. Además la humedad favorece el desarrollo de infecciones
2Cortar las uñas rectas utilizando tijeras de punta roma.Se aconseja cortarlas después del baño
3Proteger las uñas de disolventes y detergentes agresivos. Pueden dañar la uña
4Aplicar productos específicos. El propósito es estimular el crecimiento ungueal, endurecerlas, suavizar las cutículas y mantenerlas sanas
5Abuso de esmalte. El abuso de esmalte reseca la uña y la fragiliza. El disolvente (a base de acetona) reseca la lámina ungueal
6No se debe eliminar la cutícula. Aumenta la posibilidad de contraer infecciones
7Consulte a su especialista ante la observación de cualquier anomalía en las uñas (uñas frágiles, dolor, cambios de coloración)
1. Sánchez-Regaña et al. Report on the prevalence of fungal involvement in a series of patients with nail psoriasis. Clin Exp Dermatol 2007;33:194-5.
2. Acción Psoriasis e ISDIN, juntos por la mejora de la calidad de vida del paciente de psoriasis.
3. de Jong EM, Seeger BA, Gulinck MK et al. Psoriasis of the nails associated with disability in a large number of patients: results of a recent interview with 1728 patients. Dermatology 1996; 193: 300-303.
4. Collgros Totosaus H, Sánchez-Regaña M. Distrofias ungueales. Etiología y novedades terapéuticas. Revista Española de Podología. 4ª época. vol XXII. nº3 2011.
5. Cantoresi F, Sorgi P, Arcese A et al. Improvement of psoriatic onychodystrophy by a water-soluble nail lacquer. JEADV 2009; 23: 832-834.
6. Krutmann J. Expression of Antimicrobial Peptides (AMP) in the Human System. 2009. Data on file.