La piel afectada por psoriasis, es una piel seca en la que la renovación de las células de su capa superior, la epidermis, se realiza de una forma acelerada acumulándose y formando las escamas gruesas típicas de las placas. Durante el invierno, hay que tener especial cuidado de las agresiones climáticas: mayor sequedad del ambiente por las calefacciones, frío en el exterior… aspectos que contribuyen a una mayor sequedad de la piel. Por este motivo, en esta época del año, os invitamos a seguir especialmente estos consejos.
1.-Hidratación diaria de toda la superficie cutánea haciendo hincapié en las placas.
2.-Una higiene adecuada, para evitar que la piel sufra infecciones que podrían favorecer la aparición de nuevas lesiones o que se desencadenase un nuevo brote. Se recomienda jabones poco desengrasantes.
3.- No utilizar colonias ni perfumes sobre nuestra piel que pueden dañar la piel. Estos productos están diseñados para aplicar sobre las prendas de ropa.
4.-En el vestido, hay que tener en cuenta, que ciertas prendas de lana o fibras artificiales, así como el abrigo excesivo, pueden aumentar el prurito de la piel psoriásica. Usar, si se puede, ropa de fibra natural: hilo, algodón…